jueves, 24 de abril de 2014

Los dulces beneficios de la miel y cómo saber si es pura

La miel ha sido utilizada por muchos años y reconocida por sus propiedades curativas, de almacenamiento y nutritivas.

A diferencia del azúcar de caña y los edulcorantes artificiales, la miel es considerada un endulzante nutritivo ya que nos aporta, aunque en pequeñas cantidades, antioxidantes, minerales como sodio, potasio, magnesio, calcio, hierro, manganeso, cobre, fósforo, zinc, selenio, vitaminas A, C y del complejo B. Se recomienda usar la miel a temperaturas menores a los 60 grados centígrados, ya que rebasando éste número, sus propiedades beneficiosas comienzan a volatilizarse.

Al analizar su composición, econtramos que un 31% es glucosa, un 38% fructosa, un 10% otros azúcares, un 17% o menos de agua y un 4% son partículas variadas como sustancias con propiedades antisépticas, antiinflamatorias y las vitaminas y minerales que arriba describo.

Su poder endulzante es mayor al del azúcar, por lo que, con menos cantidad, podemos endulzar igual o más. 

Es excelente como tónico, ya que ayuda a la absorción del triptófano, sustancia precuersora de la serotonina, inductora del sueño. Esto quiere decir que combate el insomnio.


Es reconocida por ser el único alimento no perecedero naturalmente, esto es, si no es adulterada y si tiene un porcentaje menor al 18% de humedad. Nada puede crecer en ella, debido a su bajo contenido de agua y alta cantidad de azúcar (mata a las bacterias por lisis osmótica)

En gastronomía se utiliza, además de su sabor, por su capacidad higroscópica, es decir, absorbe humedad del aire, impidiendo por ejemplo que el pan se endurezca rápido.

Existen numerosos remedios caseros, por ejemplo:

Para el asma: Hervir, a fuego lento, 1 cebolla pequeña, 2 dientes de ajo y medio litro de jalea real, por espacio de 30 minutos. Dejar enfriar el preparado y añadir entonces la miel. Alternar 1 cucharada del preparado y 1 cucharada de miel cada dos horas. 

Para la resaca: Combinar media taza de miel con media taza de pomelo y hielo picado. Tomar a la hora antes de asistir a una fiesta para atenuar, en parte, los efectos del alcohol ingerido. 


Para el insomnio: Mezclar 2 cucharaditas de vinagre con 2 de miel en una taza de agua. Tomar un cuarto de taza antes de acostarse. 


Para las quemaduras leves. Colocar 2 ó 3 cucharadas de miel sobre la quemadura lo que proporcionará un rápido alivio del dolor y la picazón. 


Para la tos: Hervir un limón en agua que lo cubra durante 10 minutos o hasta que se ablande la corteza. Cortar por la mitad y extraer el zumo. Colocar el zumo del limón en un vaso. Agregar 2 cucharadas de miel. Tomar 1 cucharadita cada 4 horas. 


Para las úlceras, estómago y duodeno: Tomar una cucharadita de miel, en ayunas, diariamente, una hora antes del desayuno, trague lentamente la miel después de ser diluida en la boca. 


Para la colitis y el estreñimiento: Añadir 1 ó 2 cucharadas de miel como endulzante en 200 gramos de cualquier alimento lo cual ayudará a controlar la actividad de los intestinos. 


Para el sistema nervioso : Tomar 1 cucharadita de miel, seis veces al día, le proporcionará tranquilidad y sosiego. Puede añadir en un vaso de leche para descansar más fácilmente. 


Para la ictericia: Hervir30 hojas de salvia en1 litro de agua durante 10 minutos y luego endulzada con una cucharadita de miel. Tomar tres tazas al día. 


También hay que tener ciertas precauciones con la miel:
- Es altamente energética, por lo que se debe dosificar para no abusar de ella y consumir calorías de más, recuerda que es mayormente carbohidratos. Una cucharadita bastará para endulzar.
- Hay que evitar darle miel a los bebés menores de 12 meses, ya que aún no tienen la misma acidez estomacal que un niño mayor o un adulto y esto crea el ambiente ideal para que la bacteria Clostridium botulinum crezca, la cual produce toxinas creando botulismo infantil. De hecho, se recomienda no darle ningún tipo de endulzante a los bebés menores de 12 meses.
-Y por último, pero no menos importante, hay que saber reconocer una miel pura para poder disfrutar de todos los beneficios que nos brinda. El siguiente infográfico te explica como:





miércoles, 9 de abril de 2014

Pasta de calabacita... baja en carbs, con salsa de tomate natural!


Como curiosa de la comida, siempre ando buscando recetas nuevas, recetas que me ayuden a llevar una vida más saludable... y definitivamente estuve buscando alguna receta que me ayudara a sustituir la pasta que tanto amo pero que mi cuerpo no.

Y no hace falta decir que la encontré! Es una pasta tan vegetariana como la quieras hacer, hasta puede ser "raw vegan"... yo le añadí cubitos de queso y quedó perfectamente deliciosa. Igual con la salsa de tomate o salsa pomodoro; me encanta, pero en las tiendas sólo encuentras lo más industrial, alto en sodio, conservadores, saborizantes, colorantes y demás... olvídate de eso! también incluiré una salsa 100% natural y 100% sabrosa (no queda como caldo, lo garantizo!)

Ingredientes para la pasta, 1 porción individual:
- 2 ó 3 calabacines o zucchini, lavadas y desinfectadas

Ingredientes para la salsa pomodoro, 1 porción individual:
- 3 tomates, en cubitos pequeños
- 1 diente de ajo, picado finamente
- 1 cucharadita de aceite de oliva
- Sal y pimienta, al gusto con moderación
- Hierbas de elección (orégano, albahaca...)

- 80-100 g de queso panela en cubitos
- 1/2 taza de champiñones fileteados
- Queso parmesano para decorar, con moderación

Procedimiento:
- Usar uno de los ralladores que aparecen en la imagen y rallar los calabacines:
1. Rallador con dientes para pasta estilo espagueti
2. "V cutter" ó mandolina para pasta estilo espagueti
3. Spiralizer para pasta estilo espagueti (es el método que más parece espagueti)
4. Rallador convencional (fue el que yo usé, empleé la rendija de en medio para pasta estilo fetuccini y es el que sale en la foto)
-Si vas a hacer una receta estilo "raw vegan" sólo asegúrate de desinfectar bien. Si vas a cocinar la "pasta", coloca un sartén con teflón en la estufa a fuego medio y coloca tus calabacines sin aceite, mezclando con cuidado y frecuencia para que no se quemen. Retira del fuego una vez que estén al dente y reseva.
-Para la salsa pomodoro, coloca un sartén con teflón a fuego bajo y vierte el aceite y enseguida el ajo hasta que acitrone.
- Incorpora los tomates, la sal, la pimienta y las hierbas que elegiste. Tapa la preparación y deja que se cocine a fuego lento por 10-15 minutos.
- Poco antes que la salsa esté lista, agrega el queso y los champiñones y vuelve a tapar.
-Cuando esté terminada, coloca la salsa por encima de la "pasta" que preparaste, decora con el parmesano y disfruta! 

Ya me dirán si pasó o no la prueba, yo ya la anoté a mi recetario personal y creo que llegó para quedarse :)

Tip: Si no eres muy fan de la calabaza, puedes intentarlo con zanahoria o berenjenas.

Cambio y fuera.