lunes, 12 de mayo de 2014

Ross Edgley, el hombre que perdió 11 Kg en 24 horas

"Perder la mayor cantidad de peso en el menor tiempo es lo mejor no?"
Pues no. Al contrario de lo que nos han dictado las dietas "de moda" que te prometen bajar cantidades ridículas de peso en una semana o en días, la pérdida súbita de peso es poco saludable y pone a tu cuerpo en peligro.

Verás, nuestro cuerpo está compuesto de diferentes tipos de tejidos y líquidos, que en conjunto, nos da el numerito que vemos en la báscula. Pero precisamente ese número no debe ser usado como único indicador de nuestro estado de salud, porque no es lo mismo pesar 90 Kg con un porcentaje de grasa de 15 a pesar 90 Kg con un porcentaje de grasa de 40. 

El porcentaje de masa magra (músculo) tiene mayor actividad metabólica y es más denso que el porcentaje de masa grasa, y requiere mayor mantenimiento físico y nutricio (incluyendo agua).
Así pues, se estima entre un 50-70% de nuestro cuerpo es agua. Una persona que pese 95 Kg, tiene aproximadamente 47.5 Kg de agua


Comparativa en réplicas de 1 kg de grasa y 1 kg de músculo.

Bajo estos términos y conceptos podemos entender mejor la mecánica que utilizó el deportista y escritor británico Ross Edgley. 

No se necesita ser un experto en el tema, para saber que si te deshidratas, estarás perdiendo peso de agua y por consiguiente, el número de la báscula disminuirá; sin embargo, el porcentaje de grasa se quedaría igual (ves como el bajar de peso no significa que también pierdas grasa?)

Lo que Ross quería, era demostrar y concientizar a la gente sobre eso precisamente: "Mucha personas son esclavas de las básculas y dejan que su autoestima y nutrición sean gobernadas por éstas", "espero que este experimento cree una mejor y más saludable relación entre las personas y las básculas, y que el peso puede fluctuar en muchos factores, no sólo la grasa"

Y fué así como empezó el tortuoso día para Ross. Todo fue monitoreado por expertos para cuidar al máximo su salud en caso de que decayera demasiado. 

Utilizó muchos diuréticos como vitamina C, cafeína, entre otros, para alentar a su cuerpo a desechar lo máximo de agua. También se apoyó en saunas, baños de sal, dieta sin carbohidratos y sin sal, ejercicio con 4 capas de ropa y bolsas para la basura (de esas negras) atadas a su cuerpo y bebió 100 ml de agua en todo el día.

Lo "gracioso" fue que después de lograr su meta, de deshidratarse y terminar pesando 83.4 Kg (cuando empezó con 94.7 Kg), recuperó todo en 2 horas, claro, también bajo estrictas condiciones y asesoría médica.

Y es así, amigos, como funcionan aquellas dietas milagro que prometen lo que menos dan: Salud.

Ross, el antes y el después.